EL pelo de gato propiamente no causa ceguera, sino una enfermedad que este transmite: la toxoplasmosis. Esta infección es causa el parásito toxoplasma, que se trasmite por medio de las heces de los felinos. Cuando alguien entre en contacto con estos parásitos, puede contaminarse y desarrollar toxoplasmosis ocular, que es cuando el parásito se aloja en la retina, provocando problemas visuales.
El toxoplasma puede también atravesar la placenta en mujeres embarazadas y contaminar al feto, causando toxoplasmosis congénita, en la cual el bebé puede nacer con problemas visuales, entre otras complicaciones.
Otra manera de contraer toxoplasma es la carne cruda o mal preparada. Por lo tanto, se recomienda que las embarazadas eviten el contacto con gatos y consumir carne de dudosa procedencia.
Última actualización el 10 de Abril de 2018 a las 11:07 pm.