Los ganglios linfáticos son estructuras ovoides, pequeñas y encapsuladas, localizadas en la red de los vasos linfáticos. Suelen medir de pocos milímetros a 1 cm.
Los ganglios linfáticos forman parte del sistema inmunológico y actúan como filtros de la linfa. Tienen la capacidad de retener (en ocasiones destruir) o, por lo menos retardar, la difusión de bacterias, virus, protozoarios y cáncer por el cuerpo. Forman parte también del sistema inmunológico el bazo, timo, las amígdalas y los intestinos.
Los ganglios linfáticos se distribuyen por diferentes partes del cuerpo: nuca, cuello, debajo de la mandíbula, en la frente, detrás de las orejas, delante de los codos, en las axilas, detrás de las rodillas, dentro de algunos órganos (mamas, pulmones, intestinos) y dentro del tórax y abdomen.
Al evaluar los ganglios, es importante conocer:
- Ubicación;
- Tamaño;
- Consistencia;
- Movilidad;
- Presencia de dolor;
- Presencia de secreciones;
- Tiempo de evolución.
Hay varias condiciones que pueden provocar el aumento de los ganglios:
- Infecciones;
- Hipersensibilidad;
- Cáncer;
- Enfermedades reumatológicas;
- Otras.
En caso de inflamación de ganglios que persista por más de dos semanas, con crecimiento progresivo o salida de secreción, consulte a un médico general. Podrá ser necesario realizar una biopsia para determinar la causa.
Última actualización el 14 de Abril de 2018 a las 08:51 pm.