El diagnóstico de la depresión, también conocida como trastorno depresivo mayor se realiza a partir de ciertos criterios.
Es importante diferenciar entre la tristeza o el duelo, que todos los seres humanos experimentan y son situaciones normales y fundamentales para la vida.
La depresión es una enfermedad, con síntomas prolongados (con una duración superior a dos semanas) e intensos que afectan significativamente la vida de las personas, interfiriendo en su día a día.
Para diagnosticar depresión clínica, la persona deberá presentar al menos cinco de los siguientes síntomas: desánimo o irritabilidad, falta de placer en sus actividades diarias, falta de apetito y pérdida de peso, insomnio o sueño excesivo, agitación o pereza excesiva, fatiga constante, sentimiento de culpa, dificultad para concentrarse, pensamientos suicidas, preocupación excesiva por problemas pequeños, dificultad para realizar sus tareas cotidianas, deseo de automutilación.
En estos casos, se recomienda acudir con un psiquiatra para ser evaluado y recibir el tratamiento adecuado.