La principal causa de esofagitis es el reflujo gastroesofágico, en el cual el ácido estomacal sube hacia el esófago y causa irritación. El esófago se inflama y surge la esofagitis de reflujo.
Esto ocurre porque la mucosa que recubre el esófago no está hecha para soportar un contenido tan ácido e irritante, como el que viene del estómago.
Además del reflujo gastroesofágico, hay otras condiciones que pueden causar o favorecer la aparición de la esofagitis. Algunas de estas son:
- Obesidad y embarazo, ya que aumentan la presión abdominal, favoreciendo el reflujo;
- Infecciones por hongos o virus, sobre todo en pacientes con defensas bajas;
- Enfermedades autoinmunes, como esclerodermia y esofagitis eosinofílica;
- Ingesta de productos químicos cáusticos, sean ácidos o alcalinos (esofagitis cáustica);
- Vómitos excesivos y repetitivos;
- Consumo de alcohol y tabaco;
- Cirugía o radiación en la región torácica y en el cuello;
- Uso prolongado de medicamentos, como corticoides y antiinflamatorios.
Los síntomas de la esofagitis son:
- Acidez;
- Dolor o ardor en el pecho que puede extenderse a la garganta;
- Regurgitación;
- Ronquera;
- Dificultad para deglutir;
- Tos seca;
- Mal aliento.
En caso de presentar síntomas de esofagitis, consulte a un gastroenterólogo. La esofagitis debe ser tratada lo más rápido posible, ya que puede ocasionar complicaciones.
Última actualización el 5 de Mayo de 2018 a las 07:47 pm.